Monday, October 03, 2005

SHWETA.

Shweta, la Isla Blanca de los Bienaventurados, está ubicada al norte de la India, en tal lugar se eleva la Montaña Blanca o Montaña Polar, coincidente con la Osa Mayor, morada simbólica de los siete sabios apuntando desde el cielo este sitio preciso en la tierra. Entre los exploradores que intentaron llegar al sitio, en la antigüedad destaca el héroe Gilgamesh, rey de la ciudad de Uruk, que se hizo tan grande y sabio que los dioses crearon un ser de enorme estatura llamado Enkidú, para ponerle a prueba o acabarle, Gilgamesh vence y entabla una amistad con su amigo que le ayudará a partir de ese momento en toda una serie de acciones heroicas. Al caer Enkidú por una maldición de la diosa Tshtar, Gilgamesh decide ir a la búsqueda de la isla blanca donde reina la inmortalidad, para lo cual debe encontrar a Utnapishtim, el único sobreviviente del diluvio, que vive para siempre. A través de su viaje, Gilgamesh se ve forzado a efectuar la travesía del túnel que atraviesa el sol cada día, guardado por los hombres escorpiones, y después de doce horas de marcha en la oscuridad, sale al otro lado, encontrándose con un jardín maravilloso. Allí la ninfa Siduri, a la que éste interroga sobre el paradero del inmortal Utnapishtim, trata de persuadirle de su propósito haciéndole ver las excelencias del paraíso que ella le ofrecía: “Gilgamesh, hincha tu vientre y goza día y noche. Haz de cada día una fiesta y danza y retoza día y noche…” El héroe llega finalmente hasta el buscado maestro Utnapishtim, que le pone a prueba nuevamente antes de indicarle dónde está Shweta y la inmortalidad, pero Gigalmesh es derrotado en la prueba, perdiendo la posibilidad de transformarse en un inmortal. Y que se sepa, nunca nadie ha llegado a este sitio otra vez. Ni siquiera se ha logrado cruzar más allá de Utnapishtim, el que vive para siempre.
© Waldemar Verdugo Fuentes.